domingo, enero 28, 2007

La Belleza En El Antiguo Egipto

Según los descubrimientos arqueológicos realizados de instrumentos, recipientes y ungüentarios para maquillajes perfumes y cremas, y las recetas de bellezas en diversos papiros médicos, se ha llegado a la conclusión de la creencia entre los antiguos ejipcios de un vínculo entre cosmética, belleza y salud.


Puesto que el clima en Egipto es muy caluroso y seco, el trato de la piel era muy importante y el baño, al que se procedía varias veces al día, era una actividad fundamental. El pueblo se bañaba en el Nilo o en los canales, usando el barro para eliminar la suciedad; quienes contaban más recursos disponían de una especie de baño donde eran atendidos por los sirvientes. Para lavarse utilizaban una especie de jabón compuesto de natrón (un tipo de sal), grasa y cenizas, mientras que para la higiene bucal procedían a enjuagues con agua con natrón.
Una vez que el cuerpo estaba limpio de suciedad se aplicaban cremas para mantener una piel perfecta, compuesta por polvo de alabastro, natrón, sal marina y miel. También se usaban lo que hoy serían cremas antiarrugas de aplicación diaria, hechas de incienso, cera, aceite de moringa y junco. Para evitar la sequedad de la piel y protegerla del viento disponían de cremas oleosas obtenidas a partir de grasas animales, (ganso o buey), o de aceites vegetales (sésamo, ricino, linaza, o almendra), a la que se añadían
esencias de diversa calidad. La esencia dependía del poder adquisitivo del usuario, pero sin duda estas cremas eran usadas por la mayoría de la población.
El vello superfluo se eliminaba como medida de higiene y para prevenir la aparición de parásitos, usando para ello cuchillas de sílex, que posteriormente fueron de hierro, pinzas de depilar y también cremas hechas a base de huesos de pájaro hervidos y triturados, excrementos de mosca, jugo de sicomoro, goma y pepino. Esta amalgama la calentaban y posteriormente la aplicaban, al igual que hoy hacemos con la cera depilatoria.
Los egipcios también combatían el mal olor corporal, recurriendo a mezclas tan peculiares como huevo de avestruz, escamas de tortuga y resina, así como harina de avena perfumada con resina de terebinto.


El perfume

Los antiguos egipcios fabricaban perfumes con bases hechas de grasa animal y aceite vegetal, y con plantas, flores, resinas o maderas (enebro, loto, lirio, incienso, mirra, junco, canela, menta…) cuya esencia extraían macerándolas o exprimiéndolas con paños de lino. Aparte de los perfumes utilizados en ceremonias religiosas, que eran procesados en los laboratorios situados en los templos, abundaban los perfumes consumidos por los sectores más pudientes de la población y que solían recibir el nombre de la flor o planta de la cual se obtenía la esencia.

El cuidado de los ojos

Si hay algo que distingue a los egipcios es la forma en que al maquillar sus ojos realzaban su tamaño y belleza. Al hacerlo no sólo los embellecían sino que los protegían de la excesiva luz solar y las ventiscas de arena. El maquillaje actuaba además de repelente contra moscas e insectos y era un desinfectante de las dolencias oculares. Había dos tipos de maquillaje para los ojos, uno obtenido a través de la malaquita verde procedente del Sinaí y otro procedente de la galena de la costa del Mar Muerto (negro).


Pintarse los ojos de negro, dibujando al tiempo los ojos del dios Horus, otorgaba protección, de la misma forma que la recibían de Hathor los que usaban el color verde. Una vez molido el mineral se le añadía agua, grasa o goma para conseguir una mezcla adherente y se guardaba en los envases más variados. Son muchos los tocadores, ungüentarios y frascos de tamaños, formas y materiales diversos que han llegado hasta nosotros. En el caso del kohl, al que tenía acceso la mayoría de la población, lo más corriente era un recipiente de forma estilizada que adjuntaba un aplicador. El uso del maquillaje también se extendía al resto del rostro. El ocre rojo mezclado con agua y aplicado con el dedo o con una especie de pincel servía para resaltar los labios y dar color a las mejillas. Tampoco se descuidaba el cuidado de las manos y los pies, que se completaba dando a las uñas una capa de color blanco brillante.

La cosmética había surgido como una necesidad, llegaría al refinamiento debido a que el concepto de la belleza en Egipto, vinculado a la perfección y la eternidad, hizo que los egipcios quisieran, a través de su cuidado personal, alcanzar un estado que garantizase, como lo hacía la vida del Más Allá, que su cuerpo permaneciese inmutable en su vida.






0 Comments:

Related Posts Widget for Blogs by LinkWithin