domingo, septiembre 04, 2011

Venenos En La Historia

El veneno es una sustancia con una estructura químicamente definida que, introducida en el organismo, interacciona con el mismo y genera efectos adversos, entre ellos la muerte. La diferencia entre envenenamiento e intoxicación radica en la intencionalidad.
La intoxicación es un envenenamiento casual que expresa un hecho fisiológico, el envenenamiento expresa un hecho moral al existir intencionalidad.

Mozart
Hay muchos casos que han quedado en la historia como envenenamiento intencionado cuando se ha tratado solo de una intoxicación, como la causa de la muerte de Mózart.

(Mozartz)

Se sospechó de Salieri como envenenador, pero todo quedó en eso, en sospechas. La realidad es que Mozart murió intoxicado debido a que se estaba tratando de una depresión y “fiebre militar”, enfermedad caracterizada por una erupción de pápulas rojas en la piel, que entonces se curaba con sales de mercurio y antimonio. El mercurio origina fallos renales, y en esa época el antimonio venía mezclado con arsénico. 

(Antonio Salieri)

Por otra parte, Mozart consumía grandes cantidades de Aqua Toffana, un preparado con arsénico.

La duquesa de Alba

Igualmente intoxicación parece haber sido la causa de la muerte de la decimo tercera duquesa de Alba, doña María del Pilar Teresa Cayetana de Silva y Álvarez de Toledo. Las malas lenguas hablaron durante siglos de envenenamiento provocado por mano criminal. Se decía que murió sin padecer ninguna enfermedad. La vieron reír y disfrutar como anfitriona esa misma noche e, inexplicablemente, horas después estaba muerta.
La rapidez con que se instauró el proceso tóxico hizo pensar en una mano criminal por medio. Pero lo cierto es que esa noche de la cena, 23 de julio de 1802, en su palacio de Buenavista, Cayetana ya ofrecía un semblante muy desmejorado, incluso alguno de sus amigos hablaba de aspecto de “piltrafa”. Probablemente todo era debido a un brote de fiebre amarilla, y por ello se maquillaba más que de costumbre, con unos maquillajes que en esos años estaban compuestos de metales pesados, sin ningún control sanitario.

Los cosméticos siempre han llevado en su composición sustancias tóxicas. Ya las damas romanas de la Antigüedad utilizaban el juego de las bayas de belladona para embellecer su cutis.
Los egipcios se maquillaban los ojos hace miles de años y la mayoría de esos cosméticos llevaban plomo. Utilizaban polvo de galena y “espuma de plata clarificada” que es óxido de plomo.

(La Duquesa de Alba - Goya - 1795)

En el caso de la duquesa de Alba el uso continuado de esos maquillajes con sulfuro de mercurio y de arsénico en su composición, y las ocasiones en que se maquillaba con las pinturas que utilizaba Goya para sus cuadros, también altamente tóxicas, compuestas con arsénico, antimonio, cobre y plomo, fueron minando su salud. La vía de entrada del tóxico, en este caso, fue cutánea. Todo ello pudo ir perjudicando su salud de forma crónica. El bisulfuro de mercurio se usaba en maquillajes por su bonito color rojo, y ella utilizaba mucho un colorete para las mejillas que llevaba ese compuesto. Antes de morir presentaba síntomas característicos de intoxicación lenta por metales pesados: náuseas, vómitos, diarreas, deshidratación, dolor abdominal… Por otro lado, parece ser que la duquesa llevaba siempre consigo una cajita de rapé que bien pudiera contener algún alcaloide que fue matándola poco a poco, porque los síntomas que presentó a su muerte se corresponden también al envenenamiento por colchicina, aconitina, digital, opio: y toxina botulínica, hongos y un largo etcétera.
Si supiéramos qué color tenían los vómitos se aclararían muchas dudas, pues si eran verdosos, llevarían sales de níquel y de cobre; si era rosáceo, sales de cobalto; si era luminiscente en la oscuridad, fósforo.
También se habló del curare como causa de la muerte, pero cuando una persona es envenenada por curare, comienza a perder el habla y después se paralizan los músculos faciales.
La historia nos dice que la duquesa, en sus últimos momentos, pidió hablar con un par de personas de su confianza.

Iván “El Terrible”


Se sospechó en su día que la muerte de Iván “El Terrible” se debió a envenenamiento, pero comprobaron que, aunque los análisis practicados en sus restos revelaron la presencia de arsénico y mercurio, al padecer artritis, utilizaba una pomada compuesta por mercurio: el contenido de arsénico no alcanzaba la dosis letal.

(Iván "El Terrible")




Fuente de Datos:
*”Historia de los venenos” – Marisol Donis

11 Comments:

Francisco Doña said...

La historia de los venenos es casi tan antigua como la propia historia.
Allá en el Ponto, a orillas del mar Negro, a caballo entre los siglos II y I a.C., Mitrídates VI Eupator -un auténtico asesino- temiendo morir envenenado, descubrió un sistema para evitarlo... Sobre ello espero poder escribir pronto -si Dios quiere- en TIEMPO PARA LA MEMORIA.

Enhorabuena por esta entrada envenenada, y feliz semana.

Babbilonia said...

Francisco Doña, efectivamente así es. Era (y es) una manera de desembarazarse del enemigo sin derramar sangre... y con la posibilidad de pasar desapercibido.

Un abrazo

Mari-Pi-R said...

Afortunadamente que hay mucho control con todos los productos actuales de maquillaje y alimentación, pero hay otros medios para desembarazarse del enemigo más rápidamente.
Abrazos

Xibe said...

Ay! Entre las tres historias es la de la Duquesa la que más me ha impresionado. ¡Envenenarse uno mismo por parecer más bello! Claro, ella no lo sabía.
Abrazos, Babbilonia

desdelaterraza-viajaralahistoria said...

Cuantas muertes se habrán producido por los venenos. Precisamente mi última entrada deja caer la sospecha de que los prestendientes carlistas al trono español pudiran morir envenenados, aunque posiblemente nunca se sabrá la verdad; y Madame minuet escribe estos días unos artículos sobre una envenenadora ajusticiada, acusada de muchas muertes en la Francia del XVII. Interesante lo que cuentas sobre el posible y progresivo envenenamiento en aquellos siglos pasados por el uso continuado de remedios, afeites, etc… con metales pesado. Un saludo.

Babbilonia said...

Mari-Pi-R, ganamos en unas cosas y perdemos en otras. Tal vez esos detalles hacen la Historia.

Un abrazo

Babbilonia said...

Xibeliuss, la de cosas que hacemos las mujeres por coquetería... claro que el caso de la duquesa desde luego que no sería el único. Aun hoy día existen miles de cosas que usamos y desconocemos las concecuencias que pueden tener en nosotros.

Un abrazo

Babbilonia said...

Desdelaterraza, indudablemente tiene que haber numerosos casos similares que desconocemos. Como bien dice Mari-Pi-R, antes eran los venenos para deshacerse del enemigo. Hoy en día existen otras técnicas.

Saludos

PACO HIDALGO said...

Interesantísima entrada. Recuerdo Amadeus la película y esa animadversión de Salieri hacia Mozart, no se si hasta el punto de envenenarle. Saludos coridiales.

f. jurado-perez said...

Me gustaría que visitases, y cas de que te guste recomendases, mi novela en red, La Ciudad de los Muertos.
Sobra decir que el escenario es Sevilla

maria candel said...

Muy interesante esta entrada, y el blog en general, Babbilonia, al ver a Iván el Terrible,me vino a la memoria otro envenenado célebre como Rasputín, aunque parece que era tan duro de roer, que el vino envenenado que le dieron no le hizo nada, al final tuvieron que darle no se cuantos tiros para matarlo.
Saludos desde Caracas y te sigo leyendo.

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