martes, marzo 10, 2009

El Templo De Artemisa En Efeso

(El Templo de Artemisa en Efeso)
Efeso, ciudad de la Jonia, se encontraba en una región próspera a orillas del mar Jónico, que gozaba de un excelente puerto natural, de gran comercialidad y actividad, y que hacían de él uno de los más importantes del Asia Menor.

En esta ciudad, y sobre las ruinas de un antiguo templo dedicado a la diosa Cibeles, a quienes rendían culto los antiguos habitantes de la región, y que fue destruido en el siglo VII a.C. por los sumerios, Cresó, rey de Lidia, ordenó levantar por suscripción pública, reuniendo fondos para ellos, un tempo dedicado a la diosa Artemisa.
(Creso de Lidia)
Creso, amante del arte, hizo que los planos fueran trazados por Queristión, y se cree que tardó unos de 220 años de trabajos.
Como precaución a los terremotos que se solían sufrir en la zona, se decidió que el templo se ubicase sobre un terreno rocoso.
El resultado fue una verdadera obra de arte que constituyó uno de los más legítimos orgullos de los griegos.

El Templo estaba sostenido por 127 columnas de 20 metros de altura, cuyas bases eran de 5 pies de diámetro. La fachada principal tenía 36 columnas distribuidas en 3 hileras de ocho diámetros
adornadas con esculturas de Scopas, rodeando la sala donde estaba situada la estatua de la diosa, fabricada de color negro y cubierta de oro, asegurando algunos que se había tallado sobre un meteorito.
El soberbio edificio, que se consideraba como una de las Siete Maravillas, era el orgullo de la ciudad y la envidia de todo el forastero que lo visitaba.

Sin embargo, dos siglos después de su construcción, Impulsado por un extraño afán de celebridad, el pastor Eróstrato, un mendigo loco, hambriento de fama le prendió fuego, quedando el edificio casi enteramente destruido.
Los efesianos, horrorizados ante el crimen de Eróstrato, le condenaron a muerte, y a algo aún más terrible si se considera el ansia de inmortalidad del incendiario: a que su nombre, borrado de todos los anales, no fuese jamás pronunciado por nadie.
El hecho ocurrió en el año 356 a.C., el mismo día en que nació Alejandro Magno.

Poco después, sin embargo, el famoso templo fue reconstruido por Quiromócrates. Una estatua de Diana lo presidía y lo decoraban pinturas de Apeles y Parrasios.
Este segundo monumento cayó en poder de los godos en el año 263 de la era cristiana, siendo destruido por orden de Constantino.

Los restos de piedras y cimientos del mismo, fueron descubiertos en 1863 por el ingeniero ingles J.T. Word tras varios años de búsqueda, realizando las excavaciones por cuenta del museo británico.
Los restos fueron encontrados bajo más de siete metros de escombros y piedras.

Fuentes: *Las Maravillas del Mundo – Enciclopedia Cultural Salvat Editores.

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