viernes, octubre 15, 2010

María Cristina De Nápoles

Sin duda, de los cuatro matrimonios que contrajo Fernando VII a lo largo de su vida, el que efectuó con su sobrina María Cristina de Borbón Dos Sicilias (1806-1878) fue el más importante, por cuanto de él obtuvo tan deseada descendencia.

Después de la muerte de Amalia de Sajonia, Fernando VII mostró unos grandes deseos de contraer un nuevo matrimonio ¿Por qué estas prisas? Fernando tenía entonces 45 años y su salud era bastante precaria. Sin duda, la urgencia de buscar desesperadamente descendencia para evitar que su hermano accediese al trono justificaba esta actitud. Tras desechar la posibilidad de hacerlo con una princesa de Baviera – “no más rosarios” dicen que manifestó el rey-, y otra de de Cerdeña, optó por casarse con su sobrina María Cristina de Nápoles, hija de su propia hermana Isabel y de Francisco I, rey de las Dos Sicilias. En su decisión influyó notablemente Luisa Carlota, mujer ambiciosa y esposa del hermano menor de Fernando, Francisco de Paula, y a su vez hermana de María Cristina, a la que quería ver en el trono de España.

María Cristina de Nápoles contaba solamente 23 años. Era una mujer de cabellos castaños, ojos pardos, expresivos y dominantes, boca graciosa, rostro ovalado, nariz más bien grande, sin llegar a ser borbónica, y con una piel blanca nacarada. Poseía una elegancia natural que sabía mantener lo mismo montando a caballo que en una recepción en Palacio. Su carácter alegre contractaba con el más soso de la reina Amalia y eso explica la rápida influencia que ganó sobre Fernando. En efecto, la fama de belleza de que venía precedida no lo defraudó.

Una vez concertada la boda, la futura reina salió de Nápoles acompañada de sus padres. El 30 de septiembre. Hijo el viaje por tierra a través de la península italiana y el sur de Francia y atravesó la frontera por Gerona. Desde allí se dirigió a Valencia y posteriormente a Aranjuez, donde llegó el día 8 de diciembre. La boda se celebró al día siguiente en la capilla real del Palacio de Aranjuez, y se dice que a pesar de que Fernando tenía ya una cierta experiencia en estas ceremonias, no dejaba de fumar puros mientras que esperaba nervioso la llegada de la novia.
La misa de velaciones tuvo lugar el día 10 en la Basílica de Arocha de la capital y desde allí hasta el Palacio Real, el pueblo madrileño tuvo ocasión de presenciar el cortejo bajo los arcos y guirnaldas que había dispuesto el ayuntamiento.
Los festejos que se organizaron en Madrid duraron varios días y entre ellos cabe destacar las funciones de teatro en el Coliseo de la Cruz, con la presencia en la primera de ellas de toda la familia real, los fuegos artificiales, las corridas de toros y las representaciones de ópera.

Cuando pocos esperaban el milagro, María Cristina de Nápoles dio, por fin, a Fernando, una hija. La futura reina de España Isabel II, nació el 10 de octubre de 1830. El 30 de Enero de 1832, Fernando fue padre por segunda vez y también en esta ocasión de una hija, a la que bautizó con el nombre de Luisa Fernanda. Sin embargo, Fernando no podía respirar tranquilo, puesto que su hermano Carlos siguió reclamando el trono al alegar él y sus partidarios que la Ley Sálica, proclamada mediante un auto acordado por Felipe V, en 1713, seguía estando vigente. El Infante no reconocía una Pragmática Sanción que había promulgado el Rey para anularlo y eso daría pie a la guerra civil a la muerte del monarca en 1833. Su viuda, María Cristina, tendría que enfrentarse al problema de la defensa de los derechos de su hija al trono de España.

María Cristina de Borbón había nacido en Palermo, el 27 de Abril de 1806, y murió estando exiliada en Francia, en Sainte Adresse, el 22 de Agosto de 1878.

Fuente de Datos:
*Las cuatro esposas de Fernando VII – Rafael Sánchez Montero – Catedrático de Historia Contemporánea – Universidad de Sevilla.-La Aventura de la Historia.

5 Comments:

Ccasconm said...

Muy bueno el relato que nos haces de esta reina, por ciero no muy simpática para algunos españoles (veáse los carlistas). Me imagino que nos harás una segunda parte de su vida, sobre todo haciendo referencia a su segundo casamiento con Agustín Muñoz, ¿no? Si lo desconoces te animo a que investigues porque es una historia curiosa y no muy conocida.

Besitos

@Autocritica said...

Una vez más es un placer leer tus escritos. La verdad es que el personaje que tratas hoy siempre me había llamado la atención debido a la poca información que suele aparecer en los libros de la que fue madre de Isabel II y regente del trono de España si no me equivoco.

¿Y cómo va lo demás?

Besos

desdelaterraza-viajaralahistoria said...

...y quizás para un hombre agotado por los excesos, María Cristina fue la esposa que convenía al rey, pese a su juventud una mujer adulta y fértil, no como la infantil María Josefa Amalia de Sajonia a la que prácticamente hubo que obligar a consumar el matrimonio.(He visto que hay un artículo dedicado a ella hace poco, que ahora leeré)
Me anuncié como seguidor de tu blog y no me veo como tal. Vaya memoría la mía. Iría a hacerlo y algo me distraería. Subsano de inmediato el olvido. Un saludo.

Xibeliuss said...

¡Pobre! Vaya esposo y menudo trono.
Abrazos, babbilonia

Mari-Pi-R said...

Muy interesante blog, felicidades.

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