El Guadalquivir es una de las claves del esplendor de Sevilla y una de sus imágenes más atractivas, pero también ha supuesto un reto para la comunicación entre las dos orillas de la ciudad. En la época Almohade (año 1.171) la solución fue un «puente de barcas», ingenioso recurso ideado, consistente en una hilera de barcas ancladas que sostenían un inestable tablero que no ofrecía seguridad suficiente. No fue hasta mediados del siglo XIX que esta precaria conexión entre Sevilla y Triana fue reemplazada por un nuevo puente en hierro fundido, la primera construcción de este tipo de la que dispuso la capital andaluza.
Su construcción se realizó en el año 1.852, y fue declarado monumento histórico nacional el
Tiene una gran rampa de contención en la orilla de Triana que llega hasta la calle de San Jorge. Encima del puente, entrando o saliendo de Triana, según la dirección a tomar existe una capillita construida por el arquitecto regionalista Aníbal González.
1 Comment:
Hola, acabo de encontrar casualmente tu blog y me parece muy interesante.
Con tu permiso voy a dejar un link en mi pagina para poder ir echandole un vistazo mas detenido y dar oportunidad de descubrirlo a otras personas.
Un saludo
Diana de Méridor
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